TENDINITIS O ENFERMEDAD DE DE QUERVAIN
Tendinitis descrita por el cirujano suizo Fritz De Quervain (1868-1940). Se trata de un problema muy frecuente que afecta más frecuentemente a mujeres de mediana edad y consiste en la inflamación de los tendones extensor corto (EPB) y abductor largo del pulgar (APL). El paciente tiene dolor cuando hace actividades que impliquen movimientos repetidos del pulgar, incluso pudiendo estar bloqueado el movimiento del pulgar.
La exploración muestra dolor, inflamación e hipersensibilidad a la palpación de los tendones del 1º compartimento extensor dorsal. El paciente muestra dolor en la zona de la estiloides radial y cuando intentamos movilizar el pulgar tanto de forma activa como pasiva. A veces, incluso pueden notarse crujidos o crepitación en la zona.
La maniobra de Finkelstein es positiva y consiste en meter el pulgar en la palma y mover la muñeca a cubital. Otra forma de provocarlo es lo conocido como signo de la tetera positivo que consistiría en la provocación del dolor en el momento de servir el té (desviación cubital de muñeca y cierre de puño).
El diagnóstico es clínico, mediante la exploración del paciente, por eso es importante que sea valorado por un especialista en cirugía de la mano. En casos dudosos puede plantearse la realización de pruebas de imagen complementarias como radiografía, ecografía y resonancia magnética.
La importancia de la valoración por un especialista en mano también reside en que hay que hacer un diagnóstico diferencial con otras enfermedades que se dan en la misma zona y a veces los síntomas pueden solaparse. Estos procesos serían la rizartrosis (artrosis de la base del pulgar), lesiones del escafoides, neuritis del nervio radial superficial y artrosis de muñeca.
El tratamiento inicialmente puede ser conservador a base de antiinflamatorios y férulas específicas. Si fracasa pueden plantearse infiltraciones o cirugía. Las infiltraciones muchas veces solucionan el problema, pero no lo garantizan. El tratamiento quirúrgico consiste en una cirugía que se realiza generalmente con anestesia local y de forma ambulatoria (el paciente está un rato en el hospital y luego se va a casa). Lo que se hace en la cirugía es la apertura de ese 1º compartimento extensor que es donde está la fricción de los tendones que originan el dolor. Hay que conocer bien la anatomía de la zona para proteger las ramas nerviosas del nervio radial superficial y estar atento a la existencia de compartimentos accesorios como variantes anatómicas. No precisa de inmovilizaciones postoperatorias y el paciente utiliza la mano desde el primer momento, indicándose únicamente evitar actividades de fuerza durante unas semanas.